Clasificación del Pectus Excavatum
La clasificación de Chin es antigua pero práctica.
CHIN 1: la malformación es simétrica, profunda y centrada en el esternón.
CHIN 2: la malformación es simétrica, menos profunda y se extiende a las regiones pectorales.
CHIN 3: la malformación es asimétrica y se extiende a las regiones pectorales. La desviación es más frecuente en el lado derecho.
Existen otros tipos, a veces asociados: mixtos (una combinación de varios tipos de Chin como el lado derecho profundo y el lado izquierdo más extendido), arcuatum (con depresión baja xifoides) o híbridos (asociados a un síndrome de Poland con agenesia del músculo pectoral mayor).
Índice de Haller
El índice de Haller se estableció en 1987 para evaluar la importancia de un Pectus a partir de un cálculo realizado en una imagen digital. Se calcula a partir de un corte de escáner en el punto más profundo de la depresión: es la relación entre el ancho y la profundidad máxima.
Permite medir la profundidad del Pectus Excavatum con mayor precisión, particularmente en mujeres donde la deformación es difícil de evaluar debido al volumen mamario. Cuanto más alto es el índice de Haller, más profundo es el Pectus Excavatum
Es práctico y sigue siendo utilizado, pero proporciona una idea imperfecta de la importancia de la depresión y no predice ningún posible y raro impacto funcional del pectus.
¿Tiene el Pectus un impacto funcional?
Se han llevado a cabo diferentes estudios para determinar si esta deformación torácica tenía una incidencia sobre la capacidad pulmonar y cardíaca de los pacientes. Mientras que algunos investigadores demuestran un impacto cardiovascular, como Malek MH, Berger DE o Marelich WD[4], otros invalidan la hipótesis sobre las mismas bases (Guntheroth WG, Spiers PS)[5].
Los trabajos de Louis Daussy[6] (ámbito pulmonar) y Samir Shah[7] (ámbito cardíaco) indican que la presencia de un plexo hundido no impide tener una vida normal, ya que el cuerpo y los órganos se han desarrollado con él, y se han adaptado a esta malformación durante el crecimiento.
Normalmente, no presenta ninguna repercusión funcional cardíaca o respiratoria, o bien esta se debe a una restricción de las actividades físicas causada por la alteración de la imagen corporal.
En caso de duda durante el examen clínico, se puede realizar una serie de pruebas cardiopulmonares para determinar la técnica quirúrgica que mejor se adapte.
Impacto psicológico del Pectus
A menudo, el tórax en embudo es difícil de aceptar, tanto físicamente como psicológicamente. Además, conlleva una alteración de la confianza en sí mismo del paciente y un malestar, en ocasiones profundo, que puede derivar en un auténtico complejo. Las repercusiones psicológicas son especialmente importantes durante la adolescencia, llegando a perturbar la imagen de uno mismo, las relaciones sociales y, en ocasiones y de manera indirecta, la práctica de deporte.
El complejo afecta tanto a los hombres como a las mujeres, sin importar la profundidad de la concavidad provocada por la patología. Los pacientes limitan su actividad y su ocio cuando estos implican la exposición del torso: piscina, deportes colectivos, baños en la playa...
Es un problema que a pesar de que no supone un problema de salud para la población, es un problema de percepción de la autoestima del paciente, que requiere posiblemente una corrección para conseguir mejorar su calidad de vida.
Dr. Antonio Álvarez Kindelán, cirujano torácico en Córdoba
Tratamiento